Si eres mujer sabes que tienes más probabilidad de tener osteoporosis a comparación del género masculino, pero es un hecho que ambos géneros en cualquier etapa de nuestra vida necesitamos de calcio y su acompañante en la vitamina D, el fósforo.

La vitamina D ayuda a nuestros huesos a absorber el calcio y el fósforo, estos dos minerales son esenciales en el desarrollo de nuestra constitución ósea desde la niñez y si no obtenemos lo suficiente de estos minerales la producción o desarrollo de huesos y tejidos óseos puede interrumpirse o sufrir afecciones.

La vitamina D se genera en su mayoría al momento de exponer nuestra piel a luz solar, ya que muy pocos alimentos contienen esta vitamina en grandes cantidades. Es por eso, que los médicos recomiendan de 10 a 15 minutos de exposición solar directa tres veces a la semana, y, debido a que el sol también es un factor de cáncer de piel, esta exposición implica usar protector solar después de los primeros minutos de dichas exposiciones.

Ya que la vitamina D puede provenir del sol, alimentos e incluso suplementos, es importante tomar alguna medida para obtenerla y no llegar a tener índices bajos de calcio o fósforo que nos lleven a osteoporosis en la edad adulta o incluso a un raquitismo en niños pequeños.

Es recomendable que además de la exposición solar, consumamos algunos alimentos que contengan vitamina D:

  • Mejores fuentes alimenticias de vitamina D: pescados grasos (atún o salmón)
  • Alimentos con índices de pequeñas cantidades de vitamina D: queso, hígado de res o yema de huevo.

Todos los organismos nos componemos y necesitamos de la vitamina D, ahora que conoces como subir tus niveles de esta vitamina estás consciente del beneficio que implica mantenerla en tu cuerpo.

Viridiana García Márquez