SAN DIEGO, EEUU, (14 de marzo de 2022) — Maksim Derzhko dice que fue una de las peores experiencias de su vida. Viejo crítico del presidente ruso Vladimir Putin, voló con su hija de 14 años desde Vladivostok a Tijuana, en la frontera con Estados Unidos, y se encontraban en un automóvil con otros siete rusos. Lo único que los separaba de la posibilidad de pedir asilo en Estados Unidos era un agente del servicio de inmigración.
“Cuesta describir lo que se siente”, comentó. “Miedo. Temor a lo desconocido. Es muy duro. No teníamos otra opción”.