CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO (22 de enero de 2018).- ¿Es realmente importante que tu pareja anuncie su relación en Twitter o Facebook? Es una pregunta totalmente válida en esta loca etapa del “Amor en tiempos de redes sociales” (perdónanos Gabriel García Márquez).
Hace unos días, “el primo de un amigo” publicaba en Facebook su nueva relación amorosa –con la novia de hace cinco meses, al menos-. Le pregunté sobre su nuevo ‘título nobiliario’, y si fue su decisión u otra cosa. “Ella me lo pidió, desde hace semanas me andaba molestando con eso”, contestó.
Y es que, bueno, al parecer el nuevo grado de formalidad en una relación es su publicación en redes. Algo equiparable con la presentación con los amigos o familiares.
Pero hay quienes se niegan a hacerlo. Incluso ya tiene un nombre para designarlo: “Stashing”. Una de las primeras personas en acuñar el término fue la escritora Ellen Scott, en una publicación para el diario Metro UK.
Se trata de la tendencia en la que uno de los dos amantes esconde al otro. Esto puede hacerse en el mundo físico o en el virtual.
Obviamente, hacerlo en el mundo físico resulta mucho más conflictivo que en el virtual. ¿A quién le gusta que lo presenten como ‘amigo’ cuando no solamente se dan la mano?, ¿o que lleven meses juntos pero del otro lado nada más se conozca a su mascota? Muchas veces son actitudes que afectan la autoestima del ignorado, y debilitan –por supuesto- el compromiso en la relación.
La controversia viene en la parte digital, ya que mientras unos argumentan que debido a la evolución de nuestro sistema de comunicaciones, la declaración digital de su relación debería ser un ingrediente indispensable; hay otros que sostienen que sus vínculos son parte de su vida privada, y ahí se deberían quedar.
De acuerdo con psicólogos, esta actitud responde a que alguna de las partes cree que no será una relación de larga duración; y por ello prefieren escondérsela a personas importantes (padres, amigos cercanos, compañeros de trabajo, etc.).
Sin embargo, hay quienes sostienen que es por el miedo al compromiso y porque –quien niega- tiene otras relaciones a las cuales no quiere poner en riesgo con la formalización de una en específico.
De esa problemática se podrían derivar otros términos medianamente nuevos: el “benching” (cuando solo se saluda o se da un toque de forma ocasional en alguna red, como para no quedar descartado, pero tampoco hace nada para avanzar), o el “ghosting” (cuando se termina la relación de forma unilateral, no se da anuncio a la otra parte, e incluso se le ignoran totalmente sus mensajes o señales de vida).
Independientemente de la importancia que tengan las redes en sus vidas, lo más importante es la comunicación que tengan ustedes como pareja. Si han llegado al mutuo acuerdo de dejar Instagram, Facebook y otras plataformas afuera, adelante. Pero nunca acepten condiciones que no hayan sido negociadas o que los hagan sentir mal.
Con información de agencias
Un artículo rabiosamente feliz, con modestia opino, que el derecho a la privacidad, debería ser respetado por cualquiera de los cónyuges.
Buen trabajo, salu2
Muchas gracias por tu opinión, es muy valiosa para nosotros. ¡Saludos!