CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO (14 de febrero de 2018).- Como cada año, en las calles vemos a las parejas enamoradas haciendo intercambio de regalos que van desde la clásica e infalible docena de rosas, hasta alguna que otra cursilería como un enorme oso de peluche (no, no traten de defenderlo, sino no tienes 7 años no cuenta).

Y mientras hay quienes le echan un poquito de creatividad y se lucen con los presentes, del otro lado están los que ni siquiera debieron salir de su casa.

Gracias al internet (¡gracias!) pudimos encontrar los peores regalos de San Valentín, aquí te dejamos la lista para que ni se te ocurra.

-Instrumentos de cocina o electrodomésticos: ¿a quién se le ocurrió que un sartén es un buen regalo?

-Herramientas: solo que tu pareja realmente las quiera y sepas que las anda buscando sin suerte aún, te recomendaría regalarle un paquete de herramientas. De otra manera, parecería que le estas dando el sutil mensaje de “ponte a trabajar”.

-A sí mismo: aquí hay muchos elementos que discutir (trata de blancas, imposibilidad de adueñarse de alguien, existencialismo, falta de autoestima); sin embargo, lo importante es que podrías dar a entender que fuiste lo suficientemente amarrado para no comprarle algo a tu pareja.

-Cigarrillos, alcohol o drogas: aunque tengan muchas cosas que tengan en común, incluso los vicios, el romanticismo no se basa en la autodestrucción.

-Un regalo reciclado o que te dieron tus ex: por mucha prisa que tengas por conseguir un obsequio, la flecha del sentido común nos indica que no es buena idea reciclar tus buenos o malos regalos. ¡Menos los que te dieron tus ex, por favor!

-Algo que le pueda dañar: no, por como lo veas no es buena idea darle una caja de chocolates a alguien que es diabético, o que te lleves a tu pareja a una marisquería sabiendo que es alérgico o alérgica.

Post-its en el coche: no, por favor no lo hagan. No porque no sea un lindo detalle, sino porque el pegamento que dejan los papelillos, daña la pintura –además, ¿te imaginas la cantidad de polish y limpiador necesario para ello?-. Eso sin contar con lo molesto que resulta conducir con tanto papel estorbando la vista.

-Mensajes soeces: ok, una cosa es que “así se lleven” y otra es que se te salga la vulgaridad por los poros. Lo especial de este día es el romanticismo entre las parejas (al menos un día del año y con ese pretexto).

-Exageraciones: repito, el oso de peluche de dos metros, anillos de plástico, mantas en los puentes peatonales de periférico, disfraces de corazón o de cupido (WTF!)… Todos ellos son ejemplos de exageración que, solo si estas segura o seguro que a tu pareja le gustan (y no se sentirá avergonzado al recibirlos), te pediríamos evitarlos.

-CD’s personalizados: solo si estás en la secundaria o regresaste en el tiempo a los 90’s, sería una buena idea.

Acá también te dejamos una galería con objetos “jocosos” que nos encontramos y que fueron regalados a alguna víctima de San Valentín.

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Fuera de la broma, lo importante de la entrega de regalos es que para conseguirlo, necesitamos conocer bien a la persona en cuestión, sus aficiones, gustos, necesidades, incluso caprichos. Y no necesariamente es una cuestión de dinero, ya que se pueden conseguir grandes detalles que vengan en una letra escrita de tu puño, o unas flores cortadas de tu jardín. Todo varía en gustos, y hay que tomarlos en cuenta.

Por la Redacción

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