Desde que aprendí a manejar en el 2008 siempre me preocupe por tener permiso, luego licencia y asegurar el automóvil porque me parece que ante cualquier emergencia siempre te ahorra problemas y porque la ley se debe cumplir y en aquella época era obligación según el reglamento de tránsito redactado por la administración de Marcelo Ebrard.

En aquella época por la publicidad que tenía decidí adquirir GNP Seguros, dos años después tuve un incidente y el servicio fue de primera. Cinco años pasaron para que volviera a utilizar una nueva póliza de seguro con otro automóvil y la historia fue distinta, fue el guión de la transa.

Un accidente que se registró  en mi automóvil los primeros minutos del sábado 28 de noviembre se quedó en una operación deshonesta de GNP Seguros . Supongo que por una equivocación como la que cualquier ajustador tiene al trabajar en la madrugada no se contabilizó el total de daños de la unidad.

Al percatarme de lo ocurrido, el hecho, fue reportado a su línea de atención a clientes y me enviaron al centro de valuación llamado Basalto por Eje 10 en la zona de Copilco, la cita para poder revisar el daño de un automóvil se prolongó hasta el 1 de diciembre por falta de espacio en la agenda de los valuadores.

Al llegar, al Centro Basalto parecía que había llegado a una clínica del IMSS de esas donde el servicio es deficiente y todos los que trabajan están de malas. Ahí me senté a observar durante más de una hora que fue el tiempo que me dejaron esperando para poder valuar el automóvil, decenas de quejas de clientes inconformes que sacan fichas y fichas para ser atendido y de valuadores que no pagan en su totalidad.

Una hora después tocó mi turno y me atendió un valuador con actitud prepotente quien se molestó porque no me habían permitido acceder con mi automóvil. De inmediato le reporte la situación que yo consideraba anormal y le ofrecí que revisará uno por uno los golpes de automóvil, sin embargo, él se negó a checar los daños.

El valuador sólo tomo fotos y ya.

Al insistirle sobre el asunto me dijo que fuera a quejarme a servicios al cliente y que de todas formas era “imposible” pagar.

Posteriormente, me tuve que formar y volver a dar mi número de siniestro 0053355160 y tuve que esperar casi otra hora para que me atendiera una persona de servicios al cliente. Ahí me tomó la queja y de nueva cuenta puse a disposición el automóvil a fin de comprobar que había sufrido el daño.

Incluso ofrecí que  peritos comprobaran el hecho ocurrido, en contraste, el asesor de servicios al cliente, rechazó la propuesta y dijo que no le correspondía y que con puras fotos podría tomar su decisión.

Al final, GNP Seguros, sigue sin pagarme y sin atenderme.

Lo bueno es que yo lo puedo contar ante un auditorio, lo malo, es que al menos 10 personas padecieron en dos horas lo mismo que yo sin que nadie haga algo.

Mi recomendación es evitar la compra de estos seguros.

Soy Irving Pineda @IrvingPineda y espero sus comentarios y denuncias.