Ciudad de México, México, (29 de Julio del 2020).- Aún y cuando el gobierno ha insistido en la capacidad para atender a las personas más necesitadas, siguen presentándose casos de negligencia como el que le ocurrió a Fidel, un indígena mazahua que perdió la vida esta mañana por no recibir atención médica.

Fidel tuvo que recorrer cinco hospitales públicos y en ninguno recibió atención y el único que le abrió las puertas era un centro de salud privado que le cobraba 80 mil pesos.

El ahora occiso provenía de San Miguel Agua Bendita, una comunidad localizada al norte del Estado de México con una población de 2 mil 500 habitantes, la mayoría, indígenas mazahuas, en donde no existe un especialista en neurología y mucho menos un hospital público.
El sitio más cercano de especialidad se encuentra a dos horas de distancia en la capital del estado, Toluca.

Foto Cuartoscuro

Fidel presentó desde el domingo un cuadro de salud crítico luego de desmayarse y convulsionarse en su casa, sus familiares trataron de llevarlo con médicos locales, pero no podían hacer mucho por él pues necesitaba una operación.
Debido a las carencias médicas en su comunidad, trasladaron a Fidel, a los hospitales públicos de Toluca, pero ninguno lo quiso recibir, alegando la falta de espacio y saturación de pacientes con covid-19.

“Simplemente nos decían que estaban saturados y que buscáramos otros hospitales”, expresó Tere, familiar de Fidel, en entrevista a Excelsior.
Finalmente, un hospital privado los atendió, pero al tratarse de un edema cerebral, se necesitaba una cirugía de 80 mil pesos para salvarle la vida.

La familia al no contar con los recursos se dirigió a la Ciudad de México para probar suerte en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, pero también les dijeron que ya era demasiado tarde. Fidel fue regresado a su casa donde murió por la falta de atención médica.

Agencias

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